¿Qué sucedería si ganase un premio de un viaje “a donde usted quiera” al
que faltase un apartado de letra pequeña que excluyese El Espacio como destino
a elegir? ¿Podría demandar a los premiadores por publicidad engañosa con el fin
de acabar consiguiendo mi tour por Las Estrellas con escala en La Luna?
Siempre he soñado con conocer La Vía Láctea, y poder intravolarla –no me valen las cámaras de
gravedad 0, está claro- aunque tampoco negaré que una inquietud ha acompañado
esta fantasía de infancia, adolescencia y ¿madurez? … ¿Qué pasaría si me diese
impulso en busca de algún ente atractivo y no encontrase nada contra lo que
chocar y redireccionar mi vuelo?
¡Benditos físicos! Hace pocos días me dieron la solución: por lo visto,
el problema dejaría de serlo si al emprender el viaje cargásemos con un objeto
pesado que deberíamos lanzar al querer cambiar de rumbo. De esta forma ejerceríamos
una aceleración en dirección y sentido diferente al que llevábamos. Así que ya sabéis… No
olvidéis meter en la maleta un saco lleno de pelotas de petanca al preparar
vuestro periplo por El Espacio, no vaya a ser que queráis volver a la nave en
busca de tortilla deshidratada y no tengáis cómo…
Preciosa: por el blog, por tu página web, felicidades. Y por el viaje, la ilusión y tus sonrisas a la vida, mil abrazos y toda la Luz de mundo. A ver si coincidimos en el aeropuerto!!! Muaaaaa
ResponderEliminarLo advierto con tiempo: Sirius, la estrella más brillante de la vía láctea es MÍA y sólo mía. Si tratas de cogerla hace caso a su instinto (no en vano su nombre completo es Alfa Canis Maioris)y ¡muerde! Aparta tus muñones de ella, muñones. Una excepción: pídeme educadamente que te preste su luz y te la presto: para encenderte el pelo...,lecharte la noche... o para que jueges a encestarla en un buen corazón. Pero ¡pídemela por favor!Yo le he ordenado que te alumbre el mundo hasta que te enceguezca su belleza y te ahítes de ella. (Chots)
ResponderEliminar¡¡¡AVISO PARA TORPES!!! Para publicar un comentario en este blog te piden que escribas las DOS PALABRAS esas con las que demuestras que no eres un robot (aunque ay de ti si eres un poco présbita, miope, hipermétrope o bisojo). Pues no hay que escribir DOS PALABRAS, sino un NÚMERO Y UNA PALABRA. ¡Un poco de rigor, carayo! Como las instrucciones por la Vía Láctea sean parecidas... vas a acabar en Vitigudino.
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